"Yo me ordené sacerdote para predicar el evangelio y perdonar, no para juzgar", de esta forma monseñor Fausto Trávez, arzobispo de Quito y Primado de la iglesia católica, explicó este miércoles el motivo de su negativa a la invitación del presidente Lenín Moreno para que conforme el frente contra la corrupción.