Entre duras críticas, exaltaciones de sus logros políticos y ligeras bromas se dio el último discurso de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta de Argentina. Este miércoles, mientras ya era de noche en Buenos Aires, la aún mandataria se dirigió a una militancia oficialista que colmó la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, y que llegó desde distintas partes del país.