En Grecia los bancos reabrieron luego de más de tres semanas y el gobierno obtuvo un préstamo a corto plazo de acreedores europeos para pagar más de 6.000 millones de euros ($ 6.500 millones) que le debía al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Central Europeo (BCE). De no haber pagado a alguno de los dos se habría estropeado la solicitud reciente de Atenas para un rescate financiero.