The Little Box Challenge es un desafío de 1 millón de dólares con el que Google busca conseguir un nuevo empuje para el futuro de la electricidad. La compañía ha retado a ingenieros y amantes de la electrónica a diseñar un inversor de potencia lo más pequeño posible. La idea es conseguir un modelo de inversor más sencillo, que podría revolucionar sistemas de energías renovables.