En el plan de trabajo que distribuye a los medios de comunicación, Balerio Estacio cuenta que tuvo una visión: Dios le dijo que él asumiría la administración de Guayaquil en este año. Con eso respondería “al gran clamor de los cristianos evangélicos y de otras creencias que en mí han encontrado ese sueño divino del proyecto del Altísimo”.