La decisión de los gobiernos de Ecuador y Perú de reemplazar a sus embajadores para dar por terminado el incidente diplomático entre ambas naciones –tras un altercado entre el representante ecuatoriano en Lima, Rodrigo Riofrío y dos peruanas– es calificado como positivo por varios sectores de los dos países por su propósito de aliviar las tensiones y restablecer las relaciones de amistad.