La época de Adviento es la preparación de la llegada del Señor. Inició el pasado 30 de noviembre y completa los cuatro domingos antes de Navidad. Además, coincide con el comienzo del Año Litúrgico católico.
El cuarto domingo de Adviento será el 21 de diciembre y enciende en las familias creyentes la vela blanca, que representa la alegría y la paz de la llegada del niño Jesús.
Para iniciar esta oración, las tres velas anteriores deben estar encendidas en un ambiente especial del hogar, preferiblemente con poca luz. Los feligreses aconsejan colocar una imagen de la Virgen al lado de la corona, con un cirio acompañado a sus pies. De este cirio se puede tomar la llama que encendería las velas.
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Para los rezos en familia durante este cuarto domingo de Adviento, la Arquidiócesis de Guayaquil recomienda la siguiente oración.
Oración para encender la cuarta vela de Adviento
Todos hacen la señal de la cruz. “Nuestro auxilio es en el nombre del Señor”. “Que hizo el cielo y la tierra”.
Rm 13,13-14 “Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo”.
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Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
2 Tes. 1,6-7 “Es justo a los ojos de Dios pagar con alivio a vosotros, los afligidos, y a nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo acompañado de sus poderosos ángeles, entre las aclamaciones de su pueblo santo y la admiración de todos los creyentes”.
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Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
“Ven, Señor, y no tardes. “Perdona los pecados de tu pueblo”.
Se encienden las cuatro velas. “Bendigamos al Señor”. Señal de la cruz mientras dicen: “Demos gracias a Dios”.
Humildad y gloria. El nacimiento de Jesús. “Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.” “Palabra de Dios”. “Te alabamos, Señor”. R/. Amén.
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Además, se recomiendan las siguientes lecturas:
- Samuel 7, 1 - 5, 10 - 11
- Carta al apóstol san Pablo 16, 25 - 27
- San Lucas 1, 26 - 38
Tras las lecturas, quien dirige la ceremonia puede hacer una pequeña reflexión para pedir a los asistentes sus opiniones sobre la lectura y de qué manera se puede aplicar en nuestra vida, sobre todo en esta época navideña, antes de entonar villancicos.
Se puede rezar por intenciones que tengan que ver con nuestra vida, por la paz del mundo convulsionado ahora por guerras, también por las intenciones del papa Francisco o solicitar más vocaciones sacerdotales.
Adicionalmente, como parte del momento de compartir la oración, se puede disfrutar de alguna galleta o sanduchitos y alguna bebida como chocolate. (I)
























