Los fieles católicos practican en diciembre la tradición del Adviento, también conocido como el primer período del año litúrgico, pues empieza un domingo después de la Solemnidad de Cristo.
Consiste en una época de penitencia que dura los cuatro domingos previos a la Navidad, en la que los creyentes reflexionan y meditan sobre los valores del amor, la paz y la alegría.
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En cada ceremonia semanal se van encendiendo las velas correspondientes a cada domingo. Son cinco velas en total: tres de color morado, una de color rosado y una de color blanco.
El segundo domingo de Adviento de este 2024 cae el 8 de diciembre. Este día se prende la segunda vela y se reza una oración, que puede ser hecha en familia o amigos.
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El portal ACI Prensa propone una oración para esta ocasión.
Segundo Domingo de Adviento: Reconciliación
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
TODOS: Que hizo el cielo y la tierra.
MONITOR: El Señor está cada vez más cerca de nosotros y debemos prepararnos dignamente para recibirlo en nuestros corazones. En un momento especial de esta Oración, vamos a encender la segunda vela de nuestra corona. Hagamos un momento de silencio para elevar nuestra oración al Señor.
(Momento de silencio)
LECTOR:
Lectura tomada del Evangelio según San Lucas:
“En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso será recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios” (Lc 3, 1-6).
MONITOR: Debemos preparar el camino del Señor y esto nos exige estar dispuestos interiormente para la venida de Jesús, para que lo recibamos con un corazón reconciliado, cada vez más convertido y transformado, capaz de amar y entregarse a los demás. Hagamos un compromiso concreto que nos ayude esta semana a disponernos mejor para su venida (en silencio cada uno hace su compromiso).
MONITOR: (Encendido de la vela de la corona correspondiente a la semana) Cantemos ahora HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropiado)
TODOS CANTAN: (Al inicio de la segunda estrofa del canto, la persona designada previamente enciende la segunda vela) Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento, que arda nuestra esperanza en el corazón despierto y al calor de la madre caminemos este tiempo.
- Un primer lucero se enciende anunciando al Rey que vienepreparad corazones, allánense los senderos.
- Crecen nuestros anhelos al ver la segunda llama nacer. Como dulce rocío vendrá el Mesías hecho Niño.
MONITOR: Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios Padre y respondamos a cada una de ellas diciendo: Ven, señor Jesús.
LECTOR: Te pedimos, Padre, por las intenciones del Papa Francisco y por toda la Iglesia Católica que se prepara para la venida de tu Hijo, para que siempre tengamos fijos los ojos en aquel que nos trae la reconciliación.
Ven, señor Jesús
Te rogamos por la paz en el mundo, para que en este tiempo de Adviento se viva con mayor intensidad el amor y la solidaridad.
Ven, señor Jesús
Te pedimos, Padre, por cada uno de nosotros, para que hagamos esfuerzos por caminar al encuentro del Señor Jesús, que es la “Luz del Mundo”.
Ven, señor Jesús
Te rogamos también por nuestra familia, para que a ejemplo de la familia de Nazaret vivamos el amor mutuo y nos preparemos para la venida de tu Hijo.
Ven, señor Jesús
Te pedimos que Santa María aliente nuestros pasos en este Adviento, y sea Ella quien nos enseñe a crecer en confianza y esperanza en la venida del Salvador.
Ven, señor Jesús
(Se pueden añadir otras peticiones libres)
MONITOR: Acudamos a nuestra Madre para que nos obtenga las gracias que necesitamos en este tiempo de preparación, y así recibir a Jesús de la misma manera como Ella lo hizo. Recemos juntos un Avemaría. Terminemos nuestra oración cantando LOS CIELOS Y LA TIERRA (u otro canto apropiado).
TODOS CANTAN:
Los cielos y la tierra en ti se encontrarán, María, dulce abrazo que el hombre y Dios se dan.
- Las viejas profecías que hablaban del Señor nutrían la esperanza de Israel: la flor que nacería de tierra virginal, un Hijo que sería el Emmanuel.
- Quien hizo las estrellas al Ángel te envió, que fueras Madre suya te pidió. Dios Todopoderoso no quiso renunciar al gozo de acunarse en tu querer.
- Los magos y pastores que fueron al portal hallaron en tus brazos a Jesús. Sabemos que a tu lado lo vamos a encontrar lo mismo en la alegría que en la Cruz.
MONITOR: Madre de la Esperanza…
TODOS: Ruega por nosotros.
MONITOR: Como parte de nuestra preparación para el Jubileo 2025, digamos juntos una Oración de alabanza:
TODOS: Te alabamos, Señor, por tu infinita bondad. En el Jubileo que nos espera, abre nuestros ojos a la belleza de tu creación, para que nuestros corazones puedan gozar en la admiración por la grandeza de tus obras. Amén.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.