Luego de la independencia de Estados Unidos, en 1776, hacia final del siglo, la frontera natural de las trece excolonias en los montes Apalaches empezó una migración hacia al oeste. Medio millón de granjeros comenzaron a desplazar a las tribus indígenas que poblaban la extensa zona. A grandes rasgos, existían tres territorios de allende: la Luisiana francesa, que iba del golfo de México por el Misisipi hasta los Grandes Lagos; las posesiones españolas de la Florida y de Texas, hasta California, por el sur norteamericano; y la región noroeste del Misuri, hasta las montañas Rocallosas, que se mantenía como tierra de nadie.