En la primavera del año 711, una flota musulmana cruzó el estrecho que separa África de la península ibérica, en el confín del Mediterráneo occidental. En el horizonte divisó un peñón que sería su punto de encuentro; lo nombrarían Gabel-Tariq, o la montaña de Tariq en árabe, en homenaje al jeque que la comandaba. El accidente geográfico sería conocido más tarde como Gibraltar, por deformación fonética.