Una relación amorosa puede verse afectada por las experiencias previas de quienes la conforman, también por sus expectativas individuales. Esto puede conllevar a una inminente ruptura, que según la Pontificia Universidad Javeriana es un proceso que puede traer consecuencias relacionadas a la tristeza, el enojo, la inseguridad, la ansiedad, la depresión o los niveles altos de estrés físico y emocional.