La cuestión con estos perros dedicados a la seguridad, es que deberán comportarse serenos y firmes frente ante cualquier situación y persona presente; es decir que, además de ser obedientes, deben saber socializar y distinguir un contexto de otro. Así, únicamente atacarán si el dueño lo ordena, ya que en ocasiones, algunos canes pueden reaccionar de manera agresiva cuando un humano invade su espacio o comparte el mismo perímetro que él.