Limitar la exposición a las pantallas y el uso de dispositivos electrónicos en niños y adolescentes, nacidos en plena época digital, podría parecer una tarea imposible. Muchos niños comienzan a ver videos por varias horas al día incluso antes de cumplir el primer año de edad, y es un comportamiento que replican hasta la adolescencia.
Sin embargo, el uso de dispositivos electrónicos en los pequeños no pasa desapercibido, pues tiene varias consecuencias dañinas en su salud y desarrollo físico y mental. Científicamente se ha comprobado que el uso excesivo de pantallas perjudica áreas como el sueño, el riesgo cardiovascular, el volumen cerebral y la alimentación.
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Aunque previamente se recomendaba que los niños eviten completamente las pantallas hasta que tengan 2 años, ahora el límite subió a los 6 años.
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Pero el límite de uso de los dispositivos electrónicos debe continuar incluso con los más grandes, ya que los adolescentes que pasan demasiado tiempo frente a una pantalla tienen más probabilidades de presentar dificultades cognitivas graves.
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Así lo estipula la Asociación Española de Pediatría, que elaboró una guía para los padres y tutores de menores de edad respecto del uso de las pantallas.
De acuerdo con el informe, estas son algunas consecuencias nocivas del uso excesivo de pantallas y dispositivos electrónicos:
- Mala calidad de sueño: Los niños que usan pantallas antes de acostarse duermen menos, reducen la secreción de melatonina y tienen más somnolencia en el día, alterando su desarrollo cerebral.
- Sedentarismo y obesidad: Los niños que usan excesivamente los dispositivos tienen más probabilidad de tener una rutina sedentaria y una dieta poco saludable, siendo más proclives a la obesidad y otros problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares.
- Fatiga visual: El ojo seco, la picazón ocular, el lagrimeo, la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo o la visión borrosa son algunos de los síntomas causados por el exceso de pantallas, así como el dolor cérvicolumbar, la fatiga general y la cefalea.
- Menor volumen cerebral: La evidencia científica apunta a una disminución del espesor de la corteza cerebral en varias regiones, debido al uso excesivo de pantallas.
Cuál es la cantidad de tiempo recomendada para uso de las pantallas en niños y adolescentes
0 a 6 años:
- Cero pantallas, no existe un tiempo seguro.
- Como excepción y bajo supervisión del adulto se puede usar para el contacto social con un objetivo concreto. Por ejemplo, que la persona que está al otro lado de la pantalla le cuente un cuento o le cante una canción.
7 a 12 años:
- Menos de una hora (incluyendo el tiempo escolar y los deberes).
- Limitar el uso de los dispositivos con acceso a Internet.
- Priorizar los factores protectores: actividades deportivas, relaciones con iguales cara a cara, contacto con la naturaleza, sueño, alimentación saludable, etc.
- Si se decide que utilicen un dispositivo es recomendable que sea bajo la supervisión de un adulto, con dispositivos fijos y evitar el baño y dormitorio.
- Pactar límites claros previamente tanto en tiempo como en contenidos adaptados a la edad.
13 a 16 años:
- Menos de dos horas (incluyendo el tiempo escolar y los deberes).
- Si se permite el acceso a dispositivos -sin ser la única medida que se tome-, instalar herramientas de control parental.
- Priorizar el uso de teléfonos sin acceso a internet.
- Retrasar la edad del primer celular inteligente (con conexión a internet).
(I)