Tras más de 8 años de trabajo, la gran reforma de la Curia vaticana, el gobierno de la Iglesia, implementada por Francisco vio la luz con la promulgación y publicación de la Constitución “Praedicate Evangelium” (Predicad el Evangelio), en la que se da una dirección “más misionera” y se abre a la puerta a una mayor presencia de laicos y mujeres en la administración.