La insuficiencia renal es una afección que puede ser causada por diversas enfermedades comunes, como la diabetes, la presión arterial alta, las infecciones renales y los malos hábitos de vida, como el alcoholismo y el tabaquismo.
Cuando no se toman los cuidados necesarios, esta condición provoca un deterioro de la salud de los riñones a lo largo del tiempo, llegando a la etapa terminal conocida como grado 5, en la que estos órganos son incapaces de filtrar los desechos de la sangre, según lo expuesto por Mayo Clinic.
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Por lo general, un médico especializado recurre a los análisis de orina, pruebas de sangre o biopsias renales para llegar a un diagnóstico certero; sin embargo, una persona también es capaz de sospechar que sufre esta enfermedad renal crónica (ERC) si presenta los siguientes síntomas:
- Hinchazón en piernas, tobillos, pies, manos o cara.
- Fatiga y falta de energía.
- Dificultad para dormir.
- Mareos e incapacidad para concentrarse.
- Alteraciones del color de la piel
- Calambres musculares
- Pérdida de apetito y cambios en la cantidad de orina.
- Picazón persistente y piel seca.
- Dolor de espalda, especialmente en la parte baja, justo debajo de las costillas.
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Tratamiento y medidas de cuidado
De acuerdo con la American Kidney Fund, no existe una cura para la insuficiencia renal, pero el manejo de sus síntomas y la esperanza de vida de los pacientes pueden lograrse mediante la diálisis, un proceso que ayuda a purificar la sangre cuando los riñones no pueden hacerlo.
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Además, una buena alimentación y la práctica regular de actividad física también contribuyen a mejorar el estado de salud. Otra opción para mejorar la calidad de vida es el trasplante renal, una cirugía que permite recibir un riñón de un donante.
(I)
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