Para la mayoría de las personas es común bañarse una vez al día, en especial cuando está haciendo calor. Sin embargo, el médico especializado en salud pública y docente de Yale James Hamblin tomó la decisión de realizar un experimento luego de reflexionar sobre los efectos del uso cotidiano de productos de higiene.
De a cuerdo a CNN, Hamblin sostiene que el uso de este tipo de productos alteran el microbioma de la piel, que está compuesto por bacterias que permiten mantenerla en equilibrio, por lo que dejó de ducharse.
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¿Cómo fue el proceso?
Según explicó el profesional de la salud en varias entrevistas, durante los primeros meses su cuerpo pasó por una fase de adaptación en la que emanaba un olor corporal más fuerte, pero con el paso del tiempo ese olor desapareció, reseña el mencionado medio.
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Sus rutinas de limpieza e higiene en la actualidad están basadas solamente en el uso del agua, sin acudir a productos como jabón, champú o desodorante.
En su libro Clean: the new science of skin, Hamblin asegura: “Nos lavamos por costumbre, porque es lo que dicta la norma social, no porque lo necesitemos desde un punto de vista médico” y argumenta que la limpieza excesiva puede perjudicar la salud cutánea.
Señala que para mantener una microbiota equilibrada se debe reducir el uso de productos químicos, ya que, de acuerdo a su criterio, muchos cosméticos destruyen las bacterias protectoras y debilitan las defensas naturales de la piel.
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El planteamiento de Hamblin ha llamado la atención de algunos dermatólogos. Sin embargo, consideran que no se puede aplicar a todos los casos, ya que personas con problemas de la piel pueden necesitar de cuidados específicos.
Pese a esto, Hamblin mantiene su posición de que es posible vivir con menos productos sin renunciar a la salud, agrega que “no se trata de evitar la higiene, sino de replantearla”.
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(I)