Durante años, se ha popularizado la idea de que los alimentos integrales son nuestros grandes aliados en la pérdida de peso debido a su bajo contenido calórico. Sin embargo, esta creencia es un mito persistente que ha llevado a muchos a subestimar el verdadero valor nutricional de estos alimentos.
La realidad es que, si bien los alimentos integrales son más densos en nutrientes, su contenido calórico no es significativamente menor al de sus versiones refinadas.
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¿Qué pasa si como alimentos integrales todos los días?
Como indica Cuídate Plus, los alimentos integrales son aquellos que conservan las tres partes de su grano (germen, endosperma y salvado), aportando así una mayor cantidad de fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales.
Algunos de los alimentos integrales más populares son el trigo, el arroz, la quinoa, la avena, el maíz, el centeno y la cebada, los cuales deben incluirse en la dieta progresivamente y acompañados con una buena hidratación. Sin embargo, ¿qué sucede cuando estos son incluidos en la dieta diaria?
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Más allá del mito de que su consumo adelgaza gracias a su bajo contenido calórico, Cuídate Plus señala que algunos beneficios que estos traen son los siguientes:
- Aumentan la saciedad al absorber grandes cantidades de agua y al ser digeridos lentamente.
- Estimulan el tránsito intestinal, por lo que previenen el estreñimiento e incluso aumentan la frecuencia de las deposiciones.
- Estudios aseguran que comer este tipo de alimentos disminuye el riesgo de diabetes tipo 2.
- Previene las enfermedades y los ataques cardiovasculares al disminuir la absorción de grasas y colesterol en el torrente sanguíneo.
- Mejora el metabolismo al incidir en la abundancia, diversidad y el metabolismo de la microbiota intestinal.
- Según Cuídate Plus, el consumo de alimentos integrales contribuyen a prevenir el cáncer de colon.
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