Cenar tarde para luego irse a dormir no está bien visto por la medicina. Son más los argumentos serios que exponen los especialistas para evitar que las personas coman tarde por las noches que los beneficios que eso trae. Preste atención a las siguientes 5 razones para no hacerlo más o, en el escenario más factible, no tan seguido.

1. Cuando se come tarde en la noche, se tiende a almacenar calorías adicionales de los alimentos en forma de grasa y no se utiliza la grasa almacenada como combustible, explica Banner Health.

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Hailey Fox, nutricionista en Nevada, complementa a la Academia Española de Nutrición y Dietética que “nuestro metabolismo se ralentiza durante la noche, por lo que no utilizamos bien la energía de una comida nocturna”.

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Evite las cenas copiosas. Su salud lo agradecerá. Foto: Pexels/Chan Walrus

Las calorías se queman a un ritmo más lento cuanto más tarde se cena. Además, el organismo retrasa su preparación para las funciones de sueño y reparación y deja de metabolizar los nutrientes de la comida.

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2. Las personas que retrasan mucho la cena “duermen peor”, “tienen más hambre durante el día, sufren ardor de estómago, y tienen mayor riesgo de enfermedades metabólicas”, exponen en We Life.

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3. Alerta Banner Health que la ingesta extra de calorías al comer tarde en la noche podría provocar obesidad, diabetes y síndrome metabólico si se convierte en un hábito.

Cenar tarde y el cáncer

Cenar y acostarse inmediatamente pasa factura al organismo. Foto: Pexels/fauxels

4. Un argumento contundente lo ofrece el endocrinólogo Rosero (@endocrinorosero) y tiene que ver con el riesgo de cáncer: “Comer dentro de las 3 horas previas a dormir al menos 4 días a la semana podría aumentar el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal”.

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Explica que un reciente estudio “con 664 participantes que se sometieron a una colonoscopia reveló que el 42% comían tarde. Este grupo tenía un 46% más de probabilidades de encontrar adenomas (lesiones no cancerosas) durante la colonoscopia. Aunque un adenoma no es cáncer, entre el 5% y el 10% de ellos pueden volverse cancerosos con el tiempo (...)”.

5. Marta Garaulet, doctora en Farmacia, nutricionista y catedrática española, señala: “No es que cenar engorde más que otras comidas a lo largo del día. Engorda cuando se hace demasiado tarde con respecto a la hora de irnos a la cama. “Para evitarlo, lo ideal es cenar al menos dos horas y media antes de acostarnos”. (I)

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