Si bien la joroba de búfalo es una característica distintiva y fascinante en estos imponentes animales, lo cierto es que esta condición también puede afectar a los seres humanos.

Conocida como cifosis, esta es una condición en la que se cumula grasa en la parte posterior del cuello que da lugar a una protuberancia similar a la de estos grandes mamíferos.

Esta peculiar característica no solo tiene un impacto estético, sino que también puede indicar otros problemas de salud subyacentes. Comprender los mecanismos detrás de la formación de la joroba de búfalo en los humanos y las formas de prevenirla y gestionarla de manera efectiva es fundamental para mantener un bienestar general.

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¿Por qué se crea la joroba de búfalo?

La joroba de búfalo se puede dar por un aumento de la grasa en la parte posterior del cuello. Foto: Motortion

De acuerdo con Cuídate Plus, la formación de la joroba de búfalo se debe a una combinación de factores, entre los que se incluye:

  • Obesidad
  • Envejecimiento
  • Uso excesivo de los músculos del cuello y hombros
  • Mala postura
  • Falta de ejercicio
  • Predisposición genética

En algunos casos, la joroba de búfalo también puede estar asociada a condiciones médicas subyacentes como hipercortisolismo, síndrome de Cushing o incluso lipoma.

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¿Cómo prevenir la joroba de búfalo?

Más allá de intentar corregir la postura corporal, existen ejercicios efectivos para prevenir y reducir la joroba de búfalo. Foto: Ivan-balvan

Afortunadamente, existe una serie de ejercicios que no solo ayudan a prevenir la cifosis, sino que también permite reducir su apariencia de forma progresiva, siempre y cuando haya sido causado por factores como la obesidad, la falta de ejercicio o una mala postura, como señala Mundo Deportivo.

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  • Estiramiento de pectoral: Coloca tus brazos a cada lado de una puerta abierta y luego estira la espalda y baja el pecho, mientras mantienes los hombros planos y la cabeza por encima del cuerpo.
  • Camina todos los días: Una caminata diaria de al menos 30 minutos te permitirá bajar progresivamente de peso, lo que a su vez reduce la acumulación de grasa localizada en el cuello.
  • Elevaciones de brazo: Pega todo tu cuerpo a una pared, de espaldas y luego eleva tus brazos, deslizándolos sobre la pared, hasta que queden a la altura de los hombros.

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