“Alérgica de las duras”. Así llaman un par de abogados a su amiga Candy porque no tolera los cítricos. De niña, le caían mal las fresas. Ya mayor, no puede comer tampoco piñas (ananás) porque el picor se apodera de labios y la lengua se agranda. Por si fuera poco… cerca de ella no pueden desgajar una naranja o mandarina porque le falta el aire, afirma.