Alguna vez has sentido que estás condenado a una batalla interminable contra la báscula? A pesar de seguir dietas restrictivas y pasar horas en el gimnasio, los kilos siguen ahí, desafiando tu voluntad. Pero, ¿y si te dijera que la clave para perder peso no se encuentra únicamente en los alimentos que consumes, sino también en tus emociones?