Hay que estar consciente de que el entrenamiento exige una gran cantidad de energía, y que esta la obtenemos precisamente de los alimentos que consumimos en el día a día. Si no hemos comido o hemos pasado mucho rato sin comer (entre 3 y 6 horas), es común sentir cierto desmayo y hasta náuseas al momento de comenzar tu rutina de ejercicios.