En la actualidad es cada vez mayor el número de personas que han adoptado un tipo de alimentación que excluye los alimentos de origen animal. Existen diversos motivos, por ejemplo, religiosos, ético-filosóficos (no aceptar el sacrificio o la captura de animales), ecológicos (impacto ambiental de la producción de carne), económicos (costo de la producción de alimentos de origen animal), fisiológicos o relacionados con problemas de salud.