En América Latina y el Caribe (ALC) hay 3,6 millones de niños de entre 3 y 4 años de edad que presentan retrasos de desarrollo, con riesgo de no alcanzar su máximo potencial a causa de insuficiencias nutricionales.
La tercera parte vive en los hogares más pobres, en zonas rurales y son hijos de mujeres con menos educación, según datos del informe ‘Nutrición en la primera infancia: estado y desafíos actuales en América Latina y el Caribe’, de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT).
También, según el estudio, los menores con desnutrición crónica tienen dos veces menos posibilidades de alcanzar un desarrollo adecuado de alfabetización y habilidades numéricas, informó la OEI este miércoles en un comunicado.
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“Millones de niños van a la escuela con hambre y con hambre no se aprende”, incide el secretario general de la OEI, Mariano Jabonero.
Más de 152.000 niños murieron en ALC solo en 2022 por aspectos relacionados con deficiencias de nutrición, de los que más de la mitad tenían menos de 28 días de vida.
Sobre los neonatos, el informe alerta de que uno de cada 10 tuvo un peso menor al recomendado al nacer (2.500 gramos), que llegan al 11,7 % en el Caribe y el 10,9 % en Centroamérica.
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“Esta situación se presenta como un problema de salud pública en algunos países, llegando a afectar casi a uno de cada dos niños recién nacidos”, añade la nota.
Anemia y problemas de crecimiento
Un total de 5,7 millones de menores tienen talla baja, un retraso de crecimiento que puede ser hasta cinco veces mayor en el caso niños indígenas de menos de cinco años.
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La anemia por deficiencia de hierro es el mayor problema de salud pública relacionada con deficiencias de micronutrientes, y afecta al 16,5 % de los niños de entre seis meses y cinco años, lo que supone cerca de doce millones. En Haití, el problema llega al 40 % de los menores de esas edades.
En cuanto a la obesidad, el estudio señala que está en ascenso en ALC y la padecen 4,2 millones de niños, es decir, un 8 % de la población de media, con diferencias entre regiones y países.
Entre las recomendaciones de políticas públicas, programas o intervenciones, se destacan incentivar la promoción y la protección de la lactancia materna, los bancos de leche humana y la alimentación complementaria adecuada o priorizar estudios de situación por categorías: de la gestación a menores de dos años y de dos a cinco, quienes requieren intervenciones nutricionales específicas.
El documento analiza cerca de un centenar de publicaciones científicas, además de informes de entidades internacionales y gubernamentales de 2014 a 2024, con el objetivo de conocer la situación y los principales retos de la región en nutrición infantil y proponer recomendaciones para superarlas al término de esta década. (I)
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