Carmen Vera tiene dos hijos en edad escolar, a quienes les cuesta desayunar a las 06:00. “A veces se comen la mitad de un pan o dos tragos de batido de guineo”, cuenta la madre de familia. Preocupada por esta situación, en la lonchera les envía una fruta, un sánduche y un yogur, aparte del termo con agua. Ella tiene la esperanza de que esta situación cambie, cuando sus hijos se adapten al nuevo horario de comida.