La piel, nuestro escudo protector contra el mundo exterior, se enfrenta a diario a una multitud de desafíos. Desde la exposición al sol y la contaminación hasta las agresiones del ambiente, este órgano, el más grande del cuerpo humano, trabaja incansablemente para mantenernos protegidos.
Sin embargo, los factores externos no son los únicos que ponen en riesgo su integridad. Un estudio reciente ha revelado que el consumo excesivo de sal también puede causar estragos en nuestra piel.
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¿Cuál es la relación de la sal y la piel?
Según la revista Health, “investigaciones más recientes han demostrado que la mayor parte del sodio corporal se almacena en realidad en la piel” y por eso un consumo excesivo de sal puede aumentar la presencia de dicho mineral en el órgano más grande de nuestro cuerpo.
Ahora, ¿cuáles son los efectos de la concentración de sodio en la piel? Pues investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) y la Universidad de California en Berkeley descubrieron que esto puede influir en afecciones cutáneas autoinmunes como el eccema.
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Esta es una enfermedad que causa la inflamación sistémica y crónica de la piel, además de erupciones bastante molestas que causan comezón y suelen desaparecer y reaparecer sin un patrón específico.
Sodio en la piel y el eccema
“Cada gramo adicional de sodio se asociaba con un aumento del 11% en el diagnóstico de eccema, un aumento del 16% en los brotes de eccema activo y otro aumento del 11% en la gravedad del eccema.” indicó a Health, Katrina Abuabara, líder de la investigación.
Sin embargo, Abuabara destacó que los resultados de su estudio son preliminares y aún no se puede decir a ciencia cierta si un consumo reducido de sal y otras fuentes de sodio pueden prevenir los brotes de eccema.
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