Más allá de los resultados estéticos, el yoga nos invita a conectar con nuestro cuerpo y nuestra mente de una manera profunda. La postura de la paloma, una asana que trabaja en profundidad los músculos de las caderas y los glúteos, es un claro ejemplo de esta conexión.
Al realizar esta postura, estarás fortaleciendo tus músculos al mismo tiempo que liberas tensiones y mejoras tu flexibilidad. Descubre cómo esta postura, que podría parecer un simple estiramiento, puede convertirse en un ejercicio completo que te ayudará a alcanzar un mayor bienestar físico y mental.
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Tonifica tus glúteos con la postura de la paloma
Como señala Mujer Hoy, la postura de la paloma es una asana poco conocida entre los practicantes de yoga, pero muy beneficiadora. Esto se debe a que no solo fortalece los glúteos, sino que tonifica los órganos digestivos, estira la columna y reduce la tensión en la zona lumbar.
Para hacer bien esta pose, Mujer Hoy sugiere seguir este paso a paso:
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- Apóyate en el suelo con rodillas y manos. Lleva tu rodilla izquierda hacia tu muñeca izquierda, mientras que tu talón lo debes colocar junto a la mano derecha. Prioriza ubicarte de una forma que te resulte cómoda.
- Cuando te hayas acomodado, desliza la pierna derecha hacia atrás, dejándola totalmente estirada, incluyendo los dedos de los pies, de acuerdo con Mujer Hoy.
- Luego, debes contraer el ombligo, estirar la columna y abrir el pecho. Exhala mientras mueves las manos hacia adelante y apoyas la cabeza en el suelo en caso de que tu cuerpo lo permita.
- Sostén esta posición, efectúa varias respiraciones lentas y relajadas, para luego impulsarte hacia arriba con las manos y volver lentamente a la posición original. Eso sí, no repetir la postura de la paloma del otro lado.
Dime para qué quieres practicar yoga y te diré cuál es el tipo que te conviene
(I)