Aunque es común escuchar que es importante dormir bien, la verdad es que, más allá de afectar las capacidades cognitivas y la productividad diaria, al no descansar bien, el cuerpo y el cerebro no obtienen la recuperación necesaria luego de la jornada diario, lo que trae consigo problemas y enfermedades cardiovasculares e incluso un sistema inmune débil.