Al igual que muchos seres vivos, los seres humanos tienden a hacer sus actividades durante el día y descansan en la noche, por su parte hay otras especies que despiertan al anochecer y descansan en el día.

Esto se debe a que cada uno tiene su propia versión de los ritmos circadianos, que son variaciones fisiológicas cíclicas que se ajustan a un periodo aproximado de 24 horas, reseña Vitónica.

El cuerpo humano contiene una gran cantidad de relojes internos, los cerebrales, que son conocidos como ritmos circadianos le indican a las distintas partes del cuerpo cuando deben repararse, producir hormonas e incluso le da instrucciones al metabolismo de cuándo aumentar o disminuir su potencia.

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Estos ritmos de 24 horas son esenciales para regular los distintos procesos fisiológicos que son a su vez impulsados por un sistema interno de cronometraje ubicado en el hipotálamo del cerebro. El hallazgo más reciente de la ciencia es que se pueden sincronizar para retrasar el envejecimiento.

El envejecimiento se puede atrasar | Foto: Freepik

¿Cómo sincronizar los relojes internos para retrasar el envejecimiento?

Una investigación hecha recientemente en España encontró que la sincronización entre el reloj central y los relojes periféricos del músculo y la piel es determinante para el buen funcionamiento de estos tejidos, también para evitar procesos degenerativos relacionados al envejecimiento; esto significa que un reloj biológico mal regulado puede acarrear a un envejecimiento prematuro, pero ¿Cómo se sincroniza?

El reloj biológico marca el tiempo de todas las formas de vida

El Confidencial detalló que los científicos, que hicieron el estudio en ratones, encontraron que limitar los horarios de alimentación en estos animales a su fase activa nocturna reducía parcialmente la interrupción brusca del reloj central cerebral. Dicha adaptación del patrón alimenticio permitió fortalecer sus relojes circadianos musculares y optimizar su capacidad para actuar autónomamente.

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Con el paso de los años, los mecanismos internos de cronometraje se pueden volver menos precisos; por ende, perder esa sincronización puede perjudicar la salud. Este hallazgo es para los investigadores una posibilidad de que otros especialistas ahonden en el tema y creen estrategias de tratamiento y prevención contra el envejecimiento prematuro.

(I)

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