Tal vez los científicos descubrieron la fuente de la eterna juventud o al menos la posibilidad de sumar unos años más de existencia. Esto puede lograrse solo con incrementar el consumo de legumbres, cereales integrales y frutos secos para ganar hasta una década de vida.
Según los investigadores de la Universidad de Bergen, al comer estos alimentos naturales integrales se nutre el cuerpo de adentro hacia afuera. Esto quiere decir que se alimenta la microbiota intestinal, los billones de organismos que viven en lo profundo del tracto digestivo, que influye en casi todas las funciones del organismo, desde el cerebro hasta el metabolismo.
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Nutrir el sistema inmunológico y vivir más
Los expertos recomiendan poner una porción extra de vegetales en el plato con su asado del domingo. “Corte un tomate y algunos pimientos a su sándwich o cambie su jugo de naranja matutino por un licuado recién hecho con una naranja entera y manzana, plátano, nueces, avena y tal vez incluso un puñado de espinacas mezcladas”, explican.
Los efectos de este tipo de nutrición pueden observarse casi de inmediato. Mejor calidad de sueño, piel más brillante y tersa, menos molestias estacionales, hormonas bajo control, son solo algunos de los beneficios de añadirle al menú diario más legumbres, cereales integrales y frutos secos.
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¿Cómo se relaciona el intestino con la piel?
El intestino y la piel tienen mucho en común: ambos son actores clave en la defensa del cuerpo de los invasores patógenos. Esto, porque albergan una comunidad diversa de microbios que están en constante de renovación, por eso es importante nutrir la microbiota.
La mayor parte de la comunicación piel-intestino ocurre a través del sistema inmunológico. En pocas palabras, se cree que una microbiota intestinal desequilibrada desencadena una respuesta inflamatoria del sistema inmunitario, que se encarga de proteger al organismo de lesiones o enfermedades. (I)