La memoria es uno de los mayores tesoros que tiene un ser humano. Esta función cognitiva da la oportunidad de guardar información y recuerdos, también de recuperarlos cada vez que sea necesario. En otras palabras, la información adquirida permanece almacenada y puede ser usada en el momento que se considere necesario.
A través de la memoria, una persona puede aprender e incluso crear recuerdos. Cuando esta empieza a fallar, todo eso empieza a desvanecerse, reseña Cipsia en su página web.
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Alimentos y memoria
Así como existen alimentos (con nutrientes como omega-3, flavonoides y distintas vitaminas) que benefician al cerebro, incluyendo la atención, la concentración y la memoria; también hay algunos que pueden llegar a afectarlo gravemente, reseña El Confidencial.
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La directora de Psiquiatría Nutricional de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, Uma Nidoo, aconseja moderar el consumo de estas comidas que usualmente suelen estar presentes en la mesas de las personas. Estos son:
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Azúcares añadidos y refinados: Sí, es verdad. La glucosa le sirve al cerebro como un combustible para poder realizar actividades a nivel celular; pero también es cierto que consumirla en exceso trae deficiencias en la memoria y una menor plasticidad en el hipocampo. Esto también lo producen aquellos productos salados como las salsas para aderezar o las sopas enlatadas.
Aceites con alto procesamiento: Ya sea de soja, de maís, de semillas de colza y agodón o de girasol, todos estos aceites tienen unas cantidades muy grandes de ácidos grasos omega-6, al consumirse excesivamente, puede ayudar a inflamar el cerebro. Mejor son los aceites de aguacate, coco, o de oliva.
Ultraprocesados: El consumo abundante de estas comidas tampoco le hacen bien al cerebro. Puede provocar que los telómeros (extremos de los cromosomas) se acorten. Si esto ocurre, la persona puede empezar a sufrir enfermedades degenerativas prematuras.
Frituras: Estas comidas suelen ser muy ricas y fáciles de preparar, pero hay que tener cuidado, pues también son altamente perjudiciales para el cerebro humano, al afectar directamente a la memoria y la cognición. La especialista afirma que puede tomarse la alternativa de cocinarlas al horno o al vapor.
Endulcorantes artificiales: Lo que se conoce como sacarina, estevia o sucralosa pueden aumentar la cantidad de bacterias malas en la barriga, afectando el estado de ánimo. Sería mejor el consumo de miel, fruta del monje o azúcar de coco.
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