Los retos no son nuevos; algunos de ellos preceden a la aparición de internet. El real peligro de los desafíos actuales, dicen especialistas, es que la web ha incrementado su exposición (se han viralizado) y llegan a jóvenes en todo el mundo, muchos de ellos en situaciones familiares desestructuradas, lo que no implica necesariamente que los padres estén separados; basta con el empeño de vivir al acelerado ritmo actual, con demasiada prisa como para acompañar el natural proceso de desarrollo de los niños, apurándolos para que crezcan a nuestro paso.