En la sociedad actual, nos encontramos cada vez más con personas que tienen dificultades para decir la verdad de manera consistente.

Si se ha topado con una persona que tiene la necesidad constante de mentir, incluso en situaciones en las que no hay ninguna razón aparente para hacerlo, siga leyendo, pues este comportamiento no solo puede tener graves consecuencias en las relaciones personales, laborales y sociales de quienes lo padecen, sino también de quienes rodean a esa persona.

Un mentiroso compulsivo mentirá por costumbre. A menudo estas mentiras, sean grandes o pequeñas, surgen de un impulso que no tiene motivación definida.

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Las mentiras compulsivas pueden tener impactos devastadores en la vida de quienes las emiten, provocando un profundo deterioro en su bienestar emocional y social. Es necesario abordar el tema con seriedad para saber qué hacer si tiene a uno cerca.

Foto: Shutterstock

Un mentiroso que miente por costumbre tergiversará la verdad sobre todo, pues decir la verdad es un sentimiento muy extraño e incómodo. Se cree que la mentira compulsiva se llega a desarrollar en la primera infancia, al encontrarse en un ambiente donde mentir se siente necesario y rutinario.

De acuerdo a la psicóloga clínica y escritora ecuatoriana Ivanna Peña Borja (@ivipsicologia en Instagram), la mentira compulsiva o mitomanía es un trastorno de salud mental de la conducta en donde la persona miente de manera persistente y constante para crear una nueva realidad.

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Muchas veces el origen o la posible causa de esto tiene mucho que ver con su infancia, el mentiroso compulsivo no nace, sino que se hace. En ocasiones viven tantas situaciones traumáticas, negligencia, abuso o dependencia emocional que la mentira aparece como un mecanismo de defensa para protegerlos y sobrevivir ese ambiente tóxico. Por ende la mentira es una rama para salvarse y para poder fingir que todo va a estar bien”, explica y detalla Peña.

Ella agrega que el mejor tratamiento para la mentira compulsiva es la psicología cognitiva conductual. Este es un proceso a corto plazo donde trata de eliminar y/o modificar los pensamientos, sentimientos y comportamientos negativos, explicando las causas con psicoeducación, más no entrando directamente a la profundidad de por qué se creó el hábito de mentir.

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Esta da habilidades sociales y herramientas para saber qué está pasando con el mitómano y por qué no se da cuenta de su realidad. El grupo principal más cercano, que usualmente es la familia y los amigos, son quienes pueden ayudar a la persona a aceptar el problema que tiene. Para que esto funcione, el mentiroso compulsivo necesita entender sus patrones de pensamiento.

¿Cómo reconocer a un mentiroso compulsivo?

Según Peña tienen ciertas características que usted puede reconocer como la baja autoestima, el discurso exagerado, el rechazo a la confrontación y el gusto por alardear. “La persona que está al frente de un mitómano se dará cuenta de que sus historias siempre están llenas de detalles que llegan a la exageración de hechos y situaciones para sostener la realidad que quieren vivir”, afirma.

El mentiroso compulsivo tendrá cada vez menor percepción de control sobre la mentira y lo que dice en conversaciones a diario, por lo tanto pueden terminar siendo aislados. (O)