El cambio climático no es una amenaza futura, ya está sucediendo y cada niño del mundo va a experimentar las consecuencias. La Organización de la ONU para la Infancia (Unicef) prevé que para 2050 los niños y las niñas se verán profundamente afectados por tres fuerzas globales: el cambio demográfico, la crisis climática y el impacto de las tecnologías, según el informe Estado mundial de la infancia 2024.