Inquietud constante, dificultad para mantener la atención en tareas o actividades y para esperar su turno, impulsividad, fácil distracción, entre otros, son parte de los síntomas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

Los síntomas del TDAH pueden variar en intensidad y se pueden presentar en diferentes contextos como la escuela, la casa, entre otros. Se trata de un trastorno del neurodesarrollo, que puede afectar significativamente la vida y el desenvolvimiento en diversas áreas (cognitiva, conductual, emocional y social), de niños, jóvenes y adultos. Por ello su importancia en la detección para ayudarlos a llevar vidas exitosas y satisfactorias.

Cada 13 de julio se recuerda el Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, que padecen entre el 5 y el 15 % de los niños en el mundo. Esta es una fecha propicia para hablar y sensibilizar a la población sobre el TDAH, buscando así un futuro más inclusivo y comprensivo.

¿Cómo se detecta?

Por lo regular lo detectan quienes están inmersos en el proceso educativo del niño o del adolescente, cuenta la psicóloga clínica Susana Osorno Falquez, quien es además terapeuta familiar sistémica.

También los cuidadores, como los abuelos, se dan cuenta y detectan que algo está pasando. Lo mismo ocurre con algunos padres, que empiezan a ver que algo sucede porque sus hijos no pueden mantener la atención en procesos que otros chicos sí lo realizan. También hay ahora un grupo de niños que expresan que se frustran porque no pueden atender o aprender como sus compañeros.

Una vez que se conoce o se reconoce que algo sucede, que se conversa y se dan cuenta de cuáles son los logros y las dificultades, se debe buscar la asistencia de un psicólogo con experiencia para que guíe el proceso con el cual se va a ayudar al niño.

Muchas veces los padres no se dan cuenta porque están ocupados en su trabajo y el centro educativo es el que les dice que necesitan una valoración psicológica o neurológica”.

Susana Osorno Falquez Psicóloga clínica

La experta responde

Susana Osorno Falquez Psicóloga clínica y terapeuta familiar sistémica

“Una de las recomendaciones más importantes es que no solo se centren en las dificultades, sino también en las posibilidades o ventajas” en casos como los del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), expone la especialista Susana Osorno Falquez.

Ella comparte 6 consejos importantes a considerar:

‘Cada paciente es un universo’
  1. Recordar que cada paciente es un universo y su familia también. Cada familia tiene sus virtudes y complicaciones ante los casos clínicos.
  2. Es importante que cuando los padres o personas responsables del niño o el adolescente vayan a la evaluación psicológica, lleven toda la información por escrito o la que han notado ellos, los cuidadores, el centro educativo, etc. Es importante que lleven todo por escrito, porque la memoria es frágil y las emociones dentro del proceso los pueden hacer olvidarse de detalles superimportantes.
  3. No ver a la evaluación psicológica como una pérdida de tiempo, como una situación que es un problema o como un proceso que no va a ayudar.
  4. Cuando el psicólogo dé indicaciones y algo no esté claro, hay que preguntar (las veces que sean necesarias), porque, a veces, las dudas no les permiten realizar bien los trabajos que se envían.
  5. Recordar que el proceso de tratamiento no es algo solo del paciente. Es un proceso en el cual tiene que intervenir todo su universo de relación.
  6. Cuando los padres o cuidadores acompañan al niño o al adolescente a las diferentes terapias psicológicas o educativas, para poder sobrellevar los diferentes síntomas que pueda tener por el déficit de atención con hiperactividad, no se debe de comparar los progresos o conductas con los otros pacientes, destaca Osorno.