No sé si logre describir todo lo que necesite. Disculpen el texto extenso, pero sabré si lo publican o no. Desde pequeño tengo recuerdos de sentir atracción por personas de mi propio sexo, aunque también por el sexo opuesto, todo matizado por la inocencia de la niñez, en la que uno no sabía qué era lo ‘normal’ o no. Recuerdo claramente cuando era muy niño esconderme y actuar tímido cuando aparecían niñas que me agradaban o querer darles un beso en la mejilla y ponerme feliz si se los daba. No recuerdo a qué edad empecé a sentir curiosidad también por los niños. Alrededor de los 11 años ya fui más consciente de esto, se puede decir que no sentía mayor interés por el sexo opuesto y a partir de esa edad tuve fuertes remordimientos, escrúpulos y trataba de reprimir esas ideas, aunque nunca me dejaban. Debido a que estaba en un grupo de la iglesia y en los cultos se mencionaba sobre estas cosas como algo malo. El guía de esta agrupación me decía que en realidad no me atraía mi propio sexo, que tratara de relajarme porque si yo no consentía en profundizar esos pensamientos o comportamientos homosexuales, pues no cometía pecado, pero fueron épocas donde me angustiaba mucho hacer las cosas mal, quería hacer todo bien para estar bien con Dios; pasaba angustiado por pensar en que me gustaban los hombres. Tuve la oportunidad de ir a terapia psicológica, donde me intentaron ayudar a aclarar mis ideas y también exploraron mi entorno familiar, intentaron que mis pensamientos no fueran tan cerrados. Me relajé y me relacioné con más personas, pero luego decidieron que debía pasar donde un psiquiatra, quien siguió con el proceso de conversación sobre mis ideas sobre la vida, sexualidad, etc. Se llegó a mencionar sobre que probablemente tenía TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) y me quisieron medicar, pero ya no tuve más recursos como para seguir con las sesiones. Uno de mis padres tuvo que dejar el país para buscar trabajo y las tuve que dejar definitivamente.