Los bonobos, nuestros parientes vivos más cercanos, crean combinaciones complejas y significativas de llamadas similares a las combinaciones de palabras de los humanos.
Un nuevo estudio realizado por investigadores de las universidades de Zurich y Harvard desafía las suposiciones arraigadas sobre qué hace única la comunicación humana y sugiere qué aspectos clave del lenguaje son evolutivamente antiguos.
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El trabajo, publicado en Science ha investigado el comportamiento vocal de los bonobos salvajes en la Reserva Comunitaria de Kokolopori (República Democrática del Congo).
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Los investigadores emplearon métodos novedosos derivados de la lingüística para demostrar por primera vez que, al igual que el lenguaje humano, la comunicación vocal de los bonobos depende en gran medida de la composicionalidadm detalla Europa Press.
La composicionalidad es la capacidad de combinar palabras significativas en frases cuyo significado está relacionado con el significado de las palabras y la forma en que se combinan.
En la composicionalidad más trivial, el significado de la combinación es la adición de sus partes: por ejemplo, “bailarina rubia” se refiere a una persona que es rubia y bailarina.
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Sin embargo, en la composicionalidad más compleja y no trivial, una parte de la combinación modifica a la otra. Por ejemplo, “mala bailarina” no se refiere a una mala persona que también es bailarina: “mala” en este caso no tiene un significado independiente, sino que complementa a “bailarina”.
Diccionario de bonobo
En un primer paso, los investigadores aplicaron un método desarrollado por lingüistas para cuantificar el significado de las palabras humanas.
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“Esto nos permitió crear una especie de diccionario de bonobo: una lista completa de llamadas de bonobo y su significado”, cuenta en un comunicado Mélissa Berthet, investigadora postdoctoral en el Departamento de Antropología Evolutiva de UZH e investigadora principal del estudio.
“Esto representa un paso importante hacia la comprensión de la comunicación de otras especies, ya que es la primera vez que determinamos el significado de los llamados en todo el repertorio vocal de un animal”, agrega.
Después de determinar el significado de las vocalizaciones individuales de los bonobos, los investigadores pasaron a investigar las combinaciones de llamados, utilizando otro enfoque tomado de la lingüística.
“Con nuestro enfoque, pudimos cuantificar cómo se relacionan entre sí el significado de los llamados individuales y las combinaciones de llamados de los bonobos”, comenta Simon Townsend, profesor de la UZH y autor principal del estudio.
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Los investigadores encontraron numerosas combinaciones de llamados cuyo significado estaba relacionado con el significado de sus partes individuales, un sello distintivo clave de la composicionalidad.
Además, algunas de las combinaciones de llamados tenían un parecido sorprendente con las estructuras compositivas no triviales más complejas del lenguaje humano.
“Esto sugiere que la capacidad de combinar tipos de llamados de maneras complejas no es tan exclusiva de los humanos como alguna vez pensamos”, agrega Mélissa Berthet.
Ancentro común
Una implicación importante de esta investigación es la posible revelación que arroja sobre las raíces evolutivas de la naturaleza compositiva del lenguaje.
“Dado que los humanos y los bonobos tuvieron un ancestro común hace aproximadamente entre 7 y 13 millones de años, comparten muchos rasgos de descendencia, y parece que la composicionalidad es probablemente uno de ellos”, afirma Harvard Martin Surbeck, coautor del estudio.
“Por lo tanto, nuestro estudio sugiere que nuestros ancestros ya utilizaban ampliamente la composicionalidad hace al menos 7 millones de años, si no más”, añade Simon Townsend.
Los hallazgos también indican que la capacidad de construir significados complejos a partir de unidades vocales más pequeñas existía mucho antes del surgimiento del lenguaje humano, y que la comunicación vocal de los bonobos comparte más similitudes con el lenguaje humano de lo que se creía. (I)