El huracán Ida se intensificó durante la noche, convirtiéndose en una tormenta de categoría 4 en el transcurso de unas pocas horas. El rápido aumento de su fuerza plantea interrogantes sobre la influencia del cambio climático en los huracanes del océano Atlántico. Aunque los investigadores no pueden asegurar si el cambio climático provocado por el ser humano supondrá temporadas de huracanes más largas o activas en el futuro, hay un acuerdo generalizado en una cosa: el calentamiento global está modificando las tormentas.