Al igual que el resto del cuerpo, el cabello es propenso a envejecer con el paso del tiempo. Más allá de las canas, un mal cuidado capilar puede conllevar a tener una melena poco abundante, frágil, quebradiza y opaca. Por ello, es importante adoptar rutinas de lavado que no solo garanticen una buena higiene, sino que también contribuyan a proteger la longevidad del cabello.