“Los líderes deben actuar en la intersección de dos ejes: el primero entre el pasado y el futuro; el segundo entre los valores y las aspiraciones de quienes son liderados. (...) Deben balancear lo que ellos saben, que necesariamente es extraído del pasado, con lo que ellos intuyen del futuro, que es inherentemente conjetural e incierto. Esta intuitiva toma de dirección es lo que permite a los líderes establecer objetivos y planear una estrategia”.