En la historia del Premio Nobel, galardón que se entrega desde 1901, solo 18 mujeres figuran como laureadas en la categoría Literatura. Entre ellas, Gabriela Mistral, en 1945. En los primeros 90 años se reconoció a seis mujeres. Y desde 1991 a 2024, se ha recompensado a doce. En las tres décadas recientes se ha otorgado el Nobel de Literatura al doble de mujeres que en las primeras nueve décadas, lo que significa que ha empezado a acortarse la brecha en este premio de tinte patriarcal.

La primera mujer en ganar el Nobel de Literatura fue la sueca Selma Lagerlöf, en 1909, y la flamante galardonada es la surcoreana Han Kang, en 2024, de la que acabo de leer su novela La vegetariana. Se trata de la más conocida obra de esta escritora nacida en 1970 en Gwangju, que pronto se mudó con su familia a Seúl, donde creció y estudió Letras. Es autora de poemas, relatos y novelas.

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Han Kang durante el banquete del premio Nobel en Estocolmo, Suecia, el 10 de diciembre de 2024. (Photo by Jonathan NACKSTRAND / AFP) Foto: AFP

La vegetariana se publicó en 2007. A Latinoamérica, traducida al español, llegó el 2012, gracias a Sunme Yoon, una surcoreana que migró con su familia a Argentina, donde creció. Luego de hacer un doctorado en Literatura en España, volvió a Corea del Sur. En 2010 se topó con La vegetariana, obra que había pasado un tanto inadvertida en el país, por ser “muy adelantada a su época”, según Yoon. Pero a ella la conmocionó y la tradujo al español. Luego, el libro se tradujo al inglés. En 2016 fue galardonado con el Premio Man Booker Internacional. También se ha adaptado al cine.

La vegetariana es una novela que conmueve y que interpela al lector. La protagonista es una joven mujer llamada Yeonghye (está casada, no tiene hijos), que un día decide dejar de comer carne y hacerse vegetariana. Este pequeño e inofensivo gesto desencadena una serie de situaciones que desembocan en un gran problema familiar. Aunque Yeonghye es la protagonista, no es ella quien nos narra la historia. La conocemos mediante las personas de su entorno o por los textos en cursiva que se insertan en la novela, en los que se describen los sueños de Yeonghye y en los que, al parecer, está la clave de la historia.

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La obra está estructurada en tres partes. En la primera, el narrador es el esposo de Yeonghye. En la segunda, una voz en tercera persona da cuenta de las acciones del cuñado de Yeonghye, un pintor y realizador de videoarte. En la tercera, conocemos una voz narrativa mediante la cual nos acercamos a Inhye, la hermana de Yeonghye. Los tres personajes hablan de la protagonista, pero desde su particular perspectiva, de manera que conocemos lo que opinan o cuentan de ella, pero no lo que realmente es ella: ¿qué desea?, ¿qué siente?, ¿qué busca?

La gastronomía coreana, la sociedad competitiva y capitalista, la soledad, al igual que el machismo, encarnado por el padre, el esposo e incluso el cuñado de Yeonghye, afloran en las páginas de La vegetariana. En su hermana Inhye hay sororidad y afecto. Para Inhye, Yeonghye es el espejo en el que se mira y a través del cual se autocuestiona. Inhye reflexiona sobre su propia opresión. Ella, una mujer relativamente exitosa según el modelo coreano, ha vivido una vida obediente, de la que, en cambio, Yeonghye quiere escapar, para convertirse en árbol, para ser naturaleza. La protagonista lleva su convicción al límite. De esa firmeza o de ese delirio trata la novela. Y también de la imposibilidad de comprensión y de conocimiento del ser humano.

El Nobel de Literatura le fue entregado a Han Kang, según argumentó la Academia Sueca, “por su intensa prosa poética que confronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”. También señaló que esta autora “tiene una conciencia única de las conexiones entre el cuerpo y el alma, los vivos y los muertos, y en su estilo poético y experimental se ha convertido en una innovadora de la prosa contemporánea”. Es la primera persona surcoreana en recibir el Premio Nobel de Literatura. Es una mujer relativamente joven: 54 años. Tiene varios libros en el mercado y seguramente será mucho más lo que está por escribir. (O)