El arrepentimiento es una emoción muy humana, a menudo dolorosa. Se produce cuando nos afecta el resultado de una decisión que tuvimos que tomar ante dos o más alternativas y hoy tenemos que vivir con consecuencias que tal vez no esperábamos.
Hay una gama infinita de escenarios y categorías en los que este sentimiento puede aparecer: no es lo mismo arrepentirse de haber elegido ir al cine (porque la película resultó ser fea) en vez de ir a visitar a los primos (que usualmente son aburridos), que arrepentirse de haber decidido estudiar Leyes (profesión en la que no tuvo éxito) en vez de Arquitectura (que ahora le parece fascinante).
El primer caso se olvida en un día; el segundo tal vez dura toda la vida. Existe también una diferenciación entre arrepentirse de haber actuado (y, por lo tanto, sufrir las consecuencias de dicha acción) y arrepentirse de no haber actuado e imaginarse distintas consecuencias que no podrán comprobarse y pueden amargarle el resto de la vida.
Usualmente hay más arrepentimiento en los jóvenes, porque tienen que aprender de sus errores. Posiblemente la edad y la experiencia en los mayores los ayudan a tomar mejores decisiones o les enseñan a aceptar mejor las consecuencias. Por alguna razón, estadísticamente las mujeres se arrepienten en mayor proporción que los hombres.
Un tipo de arrepentimiento especialmente doloroso es el remordimiento, porque añade una dosis de culpa moral (que “muerde” a la conciencia) por haberle fallado a alguien o a algo importante. Por lo general, este sentimiento empuja a realizar una reparación o petición de perdón a la parte ofendida.
También es necesario perdonarse a sí mismo, habiendo aceptado la responsabilidad por lo sucedido y hacer de esta una oportunidad para aprender a tomar mejores decisiones. Las decisiones que hubo que tomar en el pasado en gran parte fueron influenciadas por las circunstancias que rodearon esa realidad. Dados los resultados adversos, es muy improbable que tomemos la misma decisión hoy.
Si procesamos bien la experiencia y extraemos el aprendizaje que nos ayudará a madurar, estaremos construyendo un mejor futuro para nuestra persona y su entorno. Nuestro pasado no tiene por qué determinar nuestro futuro. (O)














