Pudiera seguir la corriente de varios medios de comunicación de escribir sobre cómo las galerías de arte y museos han recurrido a la tecnología, el internet y a las redes sociales para afrontar la ausencia de público frente a la pandemia de COVID-19. También, pudiera compartir una lista de artistas cuyo trabajo ha sido inspirado por, o producto de, periodos de aislamiento como el que vivimos. O, tal vez, pudiera recomendar fuentes en línea en donde encontrar monumentales bibliotecas digitalizadas y exclusivos catálogos de cine recientemente liberados al público de manera gratuita. Pero todo esto está disponible para cualquiera que cuente con un dispositivo electrónico, conexión a internet, e interés. Por eso, opto por compartir en pocas palabras lo que ha pasado por mi mente en los últimos días.