Más o menos todos tenemos en nuestra cabeza en qué consiste una vida sana. Pero, ¿cuántas veces nos hemos excusado en vez de asumir nuestra responsabilidad por tener una vida más saludable? Siempre es más cómodo hacer lo que no nos apetece, argumentamos que nos falta tiempo, y los seres humanos muchas veces no asumimos los problemas y nos esforzamos en camuflar los síntomas (dolores, cambios de humor, o miedo, por ejemplo).