Los intentos de un gato por recibir afecto durante las oraciones de Año Nuevo que se extendían por cinco horas fueron suficientes para colmar la paciencia de un monje budista en Tailandia que intentaba concentrarse en su cántico.
Publicidad
El respeto por todas las criaturas vivientes es un principio crucial del budismo.
Los intentos de un gato por recibir afecto durante las oraciones de Año Nuevo que se extendían por cinco horas fueron suficientes para colmar la paciencia de un monje budista en Tailandia que intentaba concentrarse en su cántico.
Publicidad
¿Tienes alguna sugerencia de tema, comentario o encontraste un error en esta nota?
Publicidad