El impacto en la economía a causa de la pandemia del covid-19 le ha pasado factura a una enorme cantidad de trabajadores y empresas de todo el mundo. Las restricciones, los confinamientos y las parálisis parciales de los motores económicos de los países apuntan a una recesión importante que ya está dejando ver sus primeros y drásticos efectos.
Ni si quiera las grandes fortunas han salido indemnes de los últimos meses, y el caso de Michael Jordan ilustra esto a la perfección. El exbasquetbolista, que ostenta el título de ser el deportista más rico de la historia y se cuenta entre las 500 personas más adineradas de los Estados Unidos, ha sufrido un varapalo de importancia en sus finanzas, que le han hecho perder la desorbitada cantidad de 500 millones de dólares en aproximadamente 12 meses, es decir, desde el comienzo de la crisis.
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Según ha informado el medio especializado Forbes, Jordan tenía un patrimonio de 2.100 millones de dólares, en abril del 2020. A día de hoy, esta cantidad ha descendido a 1.600 millones de dólares, lo que supone una reducción del 24 %.
La revista no ha concretado cuáles han sido exactamente los negocios que más se han resentido de entre la vasta galería que maneja el exbaloncestista, pero hay un dato que apunta a que estos no serían los deportivos. El equipo de los Charlotte Hornets, franquicia de la que es propietario, ha navegado bien la crisis y continúa proporcionándole enormes beneficios.
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Por otro lado, hay que tener en cuenta que Jordan ha hecho donaciones generosas en apoyo de varias causas solidarias en lo que llevamos de año. Su última aportación altruista data de hace poco más de un mes: 12 millones de dólares para la apertura de dos clínicas médicas en su ciudad natal, Wilmington (en Carolina del Norte) que ayudarán a reforzar la “atención primaria integral, incluidos servicios de apoyo social y de salud conductual, a las comunidades más vulnerables de la zona”. (D)