Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, no se refugió en las nueve bajas con las que afronta el duelo ante el Atalanta en Bérgamo, en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, y defendió a los jugadores que saltarán al césped con el objetivo de ganar, sin firmar un empate en la víspera y centrados en responder ante una presión que dijo les “gusta”.