Gustavo Alfaro parece tenerlo claro: “Lo único que da timing competitivo es jugar; nunca un entrenamiento podrá recrear lo que significa disputar un partido por tres puntos”. Empero, en la convocatoria del seleccionador de Ecuador para el amistoso con Bolivia el lunes pasado figuró el nombre del delantero Leonardo Campana, quien ingresó a los 59 minutos a la cancha del estadio Banco Guayaquil (Quito) pese a no registrar al menos un partido completo este año en la Liga de Portugal con el Famalicao –club al que llegó por carecer también de oportunidad en el Wolverhampton inglés– y haber sido relegado a juegos menores de la Copa portuguesa.