Los principales protagonistas individuales ya no son Lionel Messi ni Cristiano Ronaldo, cuya particular rivalidad ayudó a incrementar la popularidad del clásico Real Madrid contra FC Barcelona, hasta volverla planetaria. Pero sin el astros argentino y el goleador portugués el máximo duelo del balompié de España no deja de ser, hoy, el más atractivo a nivel de clubes en el mundo.