El plantel de Boca Juniors arribó la noche del domingo a Guayaquil, donde este martes enfrentará a Barcelona Sporting Club por la tercera fecha del Grupo C de la Copa Libertadores. Los xeneizes entrenan este lunes en la cancha del estadio Capwell, donde en 1950 rivalizaron por primera vez con los canarios en un amistoso ganado 5-1 por los argentinos, Ante el escenario de un choque entre entrenadores rioplanteses, el diario deportivo Olé, en su edición digital de este lunes le hizo una larga entrevista a Fabián Bustos. En la nota firmada por Ramiro Scandolo, el adiestrador amarillo habla del reencuentro que tendrá con Miguel Ángel Russo, DT boquense que dirigió al Toro cuando este era jugador de Lanús.
La entrevista, en su introducción, menciona sobre Bustos que “antes de asentarse allá, unos cuantos años antes, este cordobés que no perdió la tonada tuvo un momento cumbre en su carrera futbolística, cuando pasó de Almirante Brown en el viejo Nacional B y a la Primera División para jugar en Lanús. De la mano de Miguel Ángel Russo, a quien va a volver a ver después de varias décadas”.
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El técnico de Barcelona dice sobre Russo: “Soy agradecido, la primera vez en primera división fue gracias a él, que me llevó a Lanús. Yo soy agradecido. Nunca más lo pude ver. Nos enfrentamos alguna vez en mi época de jugador, pero pasó el tiempo y después del año 96 o 97 nunca más lo vi. Y obviamente ahora cuando nos enfrentemos le voy a dar un abrazo”.
Esta es parte de la entrevista de Olé a Bustos.
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¿Quiénes son tus referentes como entrenador?
Me gusta ver a los mejores, me gusta copiar y adaptar. De Bielsa, Guardiola, Mourinho, Klopp, también ahora Zidane. Me gusta escuchar ruedas de prensa, charlas. Hoy podemos saber todo, qué hacen, cómo trabajan y qué piensan, y algunas cosas las adapto. Del entrenador que empecé al que soy hoy hemos mutado, obviamente depende del equipo. Antes era más rígido 4-4-2, mucho juego físico, orden táctico e intensidad. Hoy más equilibrado y miramos más el arco rival, aunque estamos en un país donde las condiciones geográficas obligan a jugar de distinta manera. No puedes jugar igual en Barcelona que en Liga, porque la altura te hace pasar un mal momento si no sabes manejarte. En los últimos tres años fuimos de los cuerpos técnicos que más puntos hicimos en el país. Somos más ofensivos que antes sin perder el equilibrio. No jugamos siempre de la misma manera, no tenemos un sistema táctico rígido.
¿Y entrenadores argentinos?
Hoy Marcelo Gallardo es el mejor, lejos, lejos me parece que es el mejor del continente. Siempre admiré a Bielsa, siempre me han gustado las cosas de Bielsa. Y después tuve buenos entrenadores de Ascenso y de Primera. A Miguel Ángel Russo lo he tenido dos años en Lanús, Salvador Ragusa, Patricio Hernández... De todos siempre algo copias o algo te queda, hasta cosas buenas y cosas malas. Hoy el manejo de grupo es fundamental, hoy lo más importante del entrenador es la gestión del grupo, gestionar las relaciones, lo táctico, manejar situaciones, no es como antes. Hoy hay muchísima tecnología, los jugadores muy pocos ven fútbol, están en sus cosas, las redes sociales, y hay que tratar de acostumbrarse a cómo son ellos y lo que necesitamos, que es sacarle el mejor rendimiento.
¿Con Russo cómo te fue?
Miguel me llevó a Lanús, siempre estoy agradecido. Yo jugaba en el Nacional B, en Almirante Brown, ese año Lanús sale campeón y nosotros quedamos segundos. Miguel me lleva a Lanús, siempre voy a estar agradecido con él, con Hugo Gottardi, con el Profe Córdoba, la gente que estaba en ese cuerpo técnico. A lo mejor no tuve tanta continuidad, pero ahora que soy entrenador me doy cuenta porque no tuve tanta continuidad, porque tampoco desde mi lado puse lo que tenía que poner. La cabeza del jugador cuando tienes 21 o 22 no es la misma que cuando tienes 28 o 30. Cuando eres más grande te das cuenta de lo que dejaste pasar. Y yo en esa época la dejé pasar. No fue culpa de él. Tuve dos años con él, aprendí mucho, hay cosas que me gustan obviamente, pero en ese momento pensaba que era culpa del cuerpo técnico que no jugara, y era culpa mía. Ahora que soy entrenador sé que el jugador muchas veces se pone y se saca solo también.
Te enojaste, hoy lo entiendes.
No me enojé, ¿sabes? Tenía buenos compañeros más grandes, Kuzemka, el Pampa Gambier, Cuchillo González, y ellos me decían no te enojes, trabajá pero no te enojes, y en ese momento yo no hacía caso, porque estábamos en la rebeldía de un jugador que había jugado un año bárbaro en el Nacional B y llegar ahí y no jugar, ¿por qué? Empezás a no entrenar como tenés que entrenar. Y no era culpa de él (Russo), era culpa mía. Había compañeros que me marcaban el camino y en ese momento no entendía. Cuando lo entendí tenía 29 años, perdí siete u ocho años. Después me di cuenta.
¿Con Boca te une alguna historia?
Me acuerdo que un año que dirigía Miguel, creo que 1994, faltaban cuatro fechas e íbamos primeros, éramos cuatro equipos que veníamos primeros, y nos dijo Miguel, antes de jugar un partido con Boca que luego perdimos 3-0: “No muchos de ustedes van a tener de nuevo la chance de salir campeón”. Y tenía razón, porque yo nunca más tuve la chance en Primera División. Y esa vez estuvimos cerca, yo era uno de los 15 o 16 que estaba siempre entre convocados y esa fue la chance más grande y nunca más volvió. Fui a Belgrano y después al extranjero. Son enseñanzas que tuvimos. Estuvimos cerca.
¿Cómo técnico nunca lo enfrentaste (a Russo)?
No, nunca. La primera vez. (D)